Las personas también planean sus relaciones públicas. Cuando se habla de Relaciones Públicas muchos piensan que se está hablando del ámbito empresarial, pero lo cierto es que no, pues las personas también pueden gestionarlas. El caso más conocido es el de las y los influencers; cuando se llega a una cierta cantidad de personas con un contenido y/o producto/servicio tenemos que hacer un manejo de relaciones públicas, es mentira que la RR.PP son solo para los grandes; el manejo de estas te llevaran a la cima o te estancaran en el camino, porque en una marca personal o empresa por más pequeña que sea se tiene que hacer una gestión de sus relaciones internas y externas.
La llegada de la era digital trajo un gran cambio para el mundo laboral, la mayoría de las profesiones tuvieron que reinventarse y acoplarse a las nuevas dinámicas sociales y culturales que trajo consigo la tecnología, las aplicaciones y las redes sociales; antes las relaciones públicas; ahora estamos en la era de la influencia donde promocionar algo no requiere de una empresa de publicidad o a fines pues todos pueden, si así lo desean, trabajar y salir del anonimato para llegar a decenas, cientos y miles de personas a través de las redes sociales y los nuevos canales de comunicación. .
Salir del anonimato y ser una figura pública ante diferentes grupos de personas requiere de trabajo, y no sólo en relación a lo que se les va a comunicar sino que también hay que pensar bien en la imagen personal, el lenguaje y la gestión de las relaciones; para mantener una comunidad, una reputación y por ende una credibilidad ante las personas es esencial el trabajo en la imagen que transmitimos.
Cultivar unas buenas RRPP requiere de tiempo y trabajo; implica involucrarse en eventos sociales y relacionarse con personas que tengan trayectoria, recursos y que sean afines con lo que nosotros hacemos y, a partir del trabajo con otros, de los actos y actividades en las que se participe es cuando nuestro nombre comienza a ser escuchado y con el cual se comenzará a establecer una buena reputación.
La reputación es algo que se construye con el tiempo, requiere de esfuerzo y de cuidado; implica mantener una comunicación personal con quienes aportan o pueden aportar a nuestra carrera profesional pues, la conversación bidireccional aumenta la conexión que tenemos con los demás. Las relaciones públicas consisten en un proceso de comunicación estratégica con el que se construyen relaciones mutuamente benéficas entre dos o más personas.
Yo gano, tu ganas; ese es uno de los pilares de las relaciones públicas, hacerse notar ante los demás a partir de actos y resultados son un factor importante a la hora de construir una buena reputación pues, esta es el sinónimo de prestigio, notoriedad y buen nombre. Si nosotros logramos a partir de nuestras acciones llegar, comunicar y dar evidencia de los procesos de forma positiva vamos a alimentar nuestra imagen significativamente, logrando así mayor impacto y confiabilidad sobre nuestro trabajo ante los demás.
Cuando se sale del anonimato se inicia un mecanismo de influencia, en menor o mayor grado, por esta razón que los comportamientos con los que nos mostramos al mundo comienzan a tener más peso del que tenían anteriormente; es por esta razón que una buena gestión de la imagen pública, de la credibilidad y la reputación hacen parte de una estrategia de comunicación y por ende de un plan de tácticas. No obstante el desarrollo y mantenimiento de estas estrategias y tácticas requieren de tiempo y acciones constantes pues el capital reputacional de una persona es un imperio que se construye con el tiempo pero que se puede derribar con una sola acción y un mal manejo de la crisis; es por esto que hay que anticipar las situaciones y crear planes de gestión del riesgo son esenciales desde el inicio.
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